El complejo monástico de Santa Maria Nuova fue realizado entre 1173 y 1189 año de la muerte del rey fundador Guillermo II, llamado el Bueno. Se encuentra en el corazón del centro histórico de la ciudad, con vistas al Valle del Oreto y la famosa Conca D'Oro. "El Templo dorado es la apoteosis cristiana del sueño del soberano normando, sobrino de Roger II, tercer soberano al trono de Sicilia.
La fundación está acompañada de una leyenda que justifica la ingente suma gastada por el soberano en la construcción del monasterio y la belleza de su iglesia, obra en la que se percibe una belleza sobrenatural. La leyenda cuenta que la Virgen, aparecida en sueños a Guillermo II, le ordena edificar una iglesia en su honor y también le indica el lugar donde se encuentra un tesoro que habría servido para la edificación de la iglesia. La construcción tenía que ser grandiosa, para igualar las catedrales de las más grandes ciudades europeas y superar en belleza la Capilla Palatina, edificada por el abuelo Ruggero. Guillermo II empleó para la construcción a maestros sicilianos junto con los bizantinos. La iglesia se encuentra en el medio entre el llamado Palacio Real, una casita de caza construida por Ruggero II, y el monasterio. Todo el complejo monástico fue confiado a la Orden benedictina de Cava dei Tirreni. De notable belleza el Claustro con su fuente a tronco de palma, llamada "fuente del rey", y los innumerables capiteles con escenas bíblicas, elementos fitomórficos y animales del bestiario medieval.
La basílica catedral, obra maestra del arte sículo normando o bizantino normando, combina dos formas arquitectónicas de espacios eclesiales, el santuario de clara influencia bizantina y los barcos de derivación latina. Normandas las dos torres masivas que enmarcan la fachada y el alto ábside flanqueado por los dos ábsides. Las decoraciones exteriores del complejo están hechas de piedra de lava. Cabe destacar el decoro de los ábsides tres órdenes de arcos ciegos ojivales de diferente altura que se cruzan sostenidos por delgadas columnas sobre altos basamentos, mientras que las geometrías de piedra policromada resaltan los arcos que enmarcan los recuadros y rosetas en juegos de estrellas de diseño siempre diferente. El soberano constructor encargó la puerta principal de la catedral a Bonanno Pisano que la realizó en 1186, presenta 46 paneles con episodios del libro del Génesis y del Nuevo Testamento.
La puerta norte fue realizada por Barisano da Trani, también en bronce, presenta imágenes de santos.
La superficie de los parientes internos de la catedral está toda cubierta de mosaicos, son 6400 metros cuadrados de azulejos de piedra, vidrio y oro. Resulta ser la iglesia con mayor extensión musiva de la antigüedad. El ciclo musivo narra la historia de la salvación. Un primer núcleo, el de la nave central, está reservado para la narración de los primeros 39 capítulos del libro del génesis. El transepto, con episodios del Evangelio, narra la vida de Cristo. El ábside, que gira hacia el este y está cubierto enteramente de oro, presenta la liturgia celestial. Atrae a sí, cada episodio narrado y cada pieza, la grandiosa e impresionante belleza de la figura del Cristo Pantocrator.
Capilla del Crucifijo
La Capilla del Crucifijo presenta una exuberante decoración barroca. Todas las paredes están cubiertas por una profusión de mármol con incrustaciones, bajorrelieves, estatuas, y en el dossal, hecho con una superficie de esmaltes de color lapislázuli, Destaca un admirable crucifijo de madera del 400. En la sacristía adyacente se conservan objetos sagrados para la celebración de la fiesta de la S. Cruz. De gran importancia los objetos de filigrana de plata y piedras: la pastoral y la custodia. Los armarios de la sacristía fueron realizados en 1690 por maestros trapaneses en madera de nogal y mármoles con historias de la pasión.
Fuente: Catedral de Monreale
